Una de las mayores crisis en la conservación de la fauna salvaje de Sri Lanka son los crecientes casos de conflicto entre humanos y elefantes o “HEC”. Algunos de los lugares más populares para visitar en Sri Lanka son el hogar de estos gentiles gigantes. Sin embargo, se enfrentan a uno de los retos más graves debido al rapidísimo crecimiento de la población que es habitual en Asia. La densidad de población en muchos países asiáticos, incluido Sri Lanka, es muy alta. Por ello, cada vez se talan más bosques para crear zonas residenciales.
Causas del conflicto
A pesar de tener una de las tasas de crecimiento más bajas de Asia, Sri Lanka tiene una densidad de población de más de 300 personas por kilómetro cuadrado. Cada día se añaden unas 750 personas al recuento de la población. Este alarmante ritmo de crecimiento es una amenaza directa para la fauna de Sri Lanka, ya que provoca una enorme pérdida de hábitat natural para los elefantes.
Los cultivos, las actividades de desarrollo, incluida la construcción de hoteles de 5 estrellas en Sri Lanka, y otras construcciones en el valle hicieron que los santuarios de animales se limitaran a las tierras altas y las montañas, donde el suelo y la vegetación no son adecuados para mantener a los elefantes. Además, los elefantes dependen de la exuberante vegetación de los valles fértiles para alimentarse y estos están ahora vedados por los colonos.
Los elefantes también están perdiendo su follaje preferido de plantas consumibles ya que los árboles altos han sido cortados para las necesidades humanas. Los arbustos bajos, no comestibles y espinosos que se han plantado como reemplazo se multiplican rápidamente y se apoderan de los bosques dejando a los elefantes sin otra opción que aventurarse en las aldeas y zonas abiertas en busca de comida.
El quid de la cuestión
En Sri Lanka, como en el resto de Asia, una importante población de elefantes vive fuera de las zonas protegidas designadas. Las tierras que no forman parte de ningún santuario de vida silvestre en Sri Lanka se están convirtiendo cada vez más en hábitats humanos que acercan a los elefantes salvajes a los seres humanos.
Las zonas de pastoreo de los elefantes se están sustituyendo por campos agrícolas y los abrevaderos se están convirtiendo en depósitos para cultivos y uso doméstico. Los humanos también levantan vallas para defender sus tierras de los elefantes que se aventuran en busca de comida y agua. Estas fronteras artificiales y a menudo físicamente perjudiciales bloquean el acceso a los recursos críticos de la vida silvestre de Sri Lanka, especialmente los elefantes.
Los humanos acosan, persiguen e intentan asustar a los elefantes cuando se acercan a las aldeas o a las zonas abiertas que las rodean por temor a los daños a las cosechas, a la propiedad o a la integridad física. Las armas de fuego, los cañones de avancarga, los tablones con clavos que se dejan en los senderos, el veneno, todo se cobra su precio, matando y mutilando a los elefantes.
El descorazonador resultado
Debido a la escalada del HEC en Sri Lanka, los elefantes se han vuelto casi completamente nocturnos y muy reservados, emprendiendo la huida al oír una voz humana y escondiéndose en matorrales impenetrables durante el día.
Lamentablemente, la enorme población de elefantes que vive fuera de los santuarios de fauna salvaje de Sri Lanka no puede meterse con calzador en las limitadas zonas protegidas. El HEC, junto con la caza furtiva para obtener marfil, es una de las principales amenazas para los elefantes asiáticos en Sri Lanka, aunque son uno de los aspectos más destacados de cualquier viaje por la naturaleza en Sri Lanka.
Convivencia entre humanos y elefantes
A pesar de los numerosos esfuerzos realizados para conservar los elefantes y la fauna silvestre en Sri Lanka, la necesidad de estrategias alternativas es imperativa. Por ello, el Dr. Fernando, un conocido investigador y científico reconocido internacionalmente que reside en Tissamaharama desde hace cinco años, tiene la clara misión de encontrar nuevas formas de gestionar y mitigar el HEC y formular soluciones a largo plazo.
El Dr. Fernando, junto con su esposa, la Dra. Pastorini, que es una científica de renombre, ha dirigido el Centro de Conservación e Investigación de Sri Lanka, que se esfuerza por idear estrategias de gestión nuevas, eficaces y duraderas para la conservación de los elefantes y la reducción del conflicto entre humanos y elefantes en Sri Lanka. Las investigaciones realizadas por el Centro en la última década han sacado a la luz mucha información nueva, como los patrones de migración, las áreas de distribución, las prácticas agrícolas compatibles, etc. Estos pueden utilizarse con éxito para desarrollar un plan de conservación y gestión mucho mejor que respete las necesidades biológicas y ecológicas de los elefantes.
Teniendo en cuenta los resultados de la investigación y sin alterar la vida actual de los humanos ni de los elefantes, el Centro, en colaboración con el Departamento de Conservación de la Vida Silvestre de Sri Lanka, está desarrollando dos proyectos piloto para probar la nueva estrategia. Esto debería cambiar el escenario del conflicto entre el hombre y el elefante a la coexistencia entre el hombre y el elefante. Esto beneficiará tanto a los elefantes como a los humanos y garantizará el mantenimiento de una población sana de elefantes para que la gente pueda disfrutar durante su viaje a Sri Lanka.
Hechos Crédito: Autenticidades