Una comida tradicional india -ya sea en el norte, el sur, el este o el oeste- sigue un patrón muy diferente al de Europa, el Mediterráneo o el Lejano Oriente. Los entrantes no siempre forman parte de una comida, la comida no se sirve en platos y los postres no se sirven necesariamente al final. A menudo, la comida aparece en la mesa “pre-plateada” en pequeños cuencos dispuestos sobre un thali (un gran plato redondo o una hoja de plátano limpia), junto con los alimentos básicos pan y arroz.
Los aperitivos crujientes, como las samosas o la cebolla Bhajiya, se disfrutan junto a los platos principales, que, para los no vegetarianos, serían brochetas de pollo, pescado o cordero, o curry. Los vegetarianos suelen comer un plato principal de paneer, setas o verduras de temporada. Es habitual servir al menos un plato seco y otro con salsa. Además, es casi obligatorio un dal, un sambhar o un karhi (albóndigas de yogur). El pan y el arroz se toman según las preferencias personales.
Los productos lácteos se incluyen en forma de yogur natural o raita, y son indispensables en todos los platos, salvo los más frugales. Los chutneys, encurtidos y conservas acompañan las comidas diarias en casa, asegurando que se ofrecen todos los sabores básicos, además de proporcionar una variedad de colores y texturas.
También se ofrece un plato dulce, como el arroz con leche o una ración de halwa. Las bebidas elaboradas con zumo de frutas añadido a la leche, la nata (o las claras de huevo) se ofrecen a los comensales antes de comer, aunque algunas bebidas, como el suero de leche, se toman a sorbos durante la comida.
El principio rector de las comidas indias es que deben ser apropiadas para la temporada y la ocasión. Los banquetes de celebración más elaborados tienen una variedad mucho mayor, incluyendo diferentes tipos de pescado, codorniz y perdiz, y utilizan recetas más complejas y poco comunes.
No es raro que se mezclen y combinen platos de diferentes zonas culinarias: por ejemplo, el tandoori tikka del Punjab, el korma del Awadhi y el biryani del Hyderabadi podrían compartir fácilmente la bandeja central con los aperitivos gujarati, los panes del Kerala y los dulces bengalíes. Y de hecho, salvo en las comidas rituales, la mayoría de los indios mezclan y combinan en casa. Sin embargo, esto no debe impedir que un aficionado cree un menú regional que sea profundamente satisfactorio.
Por último, un gourmet indio no siempre utiliza cuchillos, tenedores y cucharas: los dedos, ayudados por una variedad de panes, son lo mejor para disfrutar plenamente de la temperatura y la textura de los alimentos.