La primera impresión que me formé sobre la ciudad fue cuando llegué aquí a las 4:30 de la mañana y me encontré con que está tan abarrotada y ocupada como cualquier otra ciudad metropolitana. Me sentí seguro de estar en un territorio conocido. De pie frente a las “Mansiones de la Explanada”, rodeadas de enormes estructuras coloniales, pude escuchar suaves murmullos de historia que me susurraban al oído. La plaza Dalhousie (actual Benoy-Badal-Dinesh Bagh) ha sido el núcleo de la agitación financiera, social y política del país desde el siglo XVII. Este terreno de 2 kilómetros cuadrados alberga el Raj Bhawan, que fue la residencia del virrey británico (construido en 1803), el Great Eastern Hotel (ahora en manos del Lalit Group, construido en 1840), el Writers Building (construido en 1766), la iglesia de San Andrés (construida en 1818), la GPO de Calcuta (construida en 1864): Old Telegraph Office (construido en 1876) y Standard Insurance Building (construido en 1896). Todas estas estructuras patrimoniales son testimonio del crecimiento de la Compañía Británica de las Indias Orientales, que pasó de ser una mera empresa comercial en el siglo XVII a gobernar casi todo el subcontinente a mediados del siglo XIX.
Caminando por las estrechas calles de Sovabazar me di cuenta de que existe un mundo diferente junto a la manzana europea que se denomina “Pueblo Negro”. Tiene “mohallas” con callejuelas y callejones estrechos donde prospera la comunidad bengalí local. Hay viejas mansiones de los antiguos zamindars (terratenientes), grandes casas antiguas de la clase media educada en Inglaterra y chabolas de los pobres trabajadores de los molinos. En esta parte se encuentra Joransanko Thakur Bari, la casa del famoso premio Nobel Rabindranath Tagore. También lo hace el tradicional pueblo de alfareros Kumartuli, famoso por producir ídolos de arcilla de varios dioses y diosas durante el festival Puja.
Disfruté de un delicioso almuerzo de cocina bengalí en uno de estos hogares mientras exploraba la ciudad.
La Calcuta de hoy es una cosmopolita única en la que convergen varias comunidades. Además de los bengalíes, hay armenios, portugueses, holandeses, daneses, franceses, ingleses, parsis, marwaris, jainistas, musulmanes, biharis, etc.
¡Esa es la ciudad de la alegría!