Uno de los monumentos imprescindibles dentro del Palacio Deeg, cerca de Bharatpur, es el Keshav Bhavan. El edificio incluía originalmente un elaborado dispositivo para reproducir los efectos del monzón. Había bolas de piedra en el techo que podían agitarse con agua corriente para crear el ruido de los truenos y el agua se liberaba a través de caños sobre los arcos para caer en forma de lluvia alrededor de la sala abierta. Un amplio canal rodeaba el borde del pabellón. Se dice que cuando los reyes Jat disfrutaban de programas culturales, una cortina de agua alrededor mantenía la temperatura baja y evitaba que los forasteros se asomaran al interior.
El Palacio Deeg era un “Palacio del Agua” de fantasía que fue la capital del reino Jat del siglo XVIII. Una breve historia del lugar es la siguiente El maharajá Badan Singh era un pequeño cacique que quería convertirse en el gobernante y buscó el favor de los reyes de Jaipur, bajo cuya jurisdicción estaba demarcada la zona, pero se le negó el honor. Enfadado por la negativa, el jefe comenzó a saquear los tesoros del gobierno, lo que obligó a los mogoles a ordenar al Mahraja de Jaipur que cediera a sus demandas y así, fue declarado rey del Estado de Bharatpur. Su hijo, el maharajá Suraj Mal, unió a los ferozmente marciales campesinos jat y llegó a ser muy poderoso. Fue él quien construyó el Palacio Deeg.
La característica más destacada del Palacio son sus 2.000 fuentes que arrojan agua de colores. El flujo de agua coloreada en las fuentes era un diseño ingenioso. Se insertaban tubos de arcilla quemada con palos de madera para cerrar las tuberías que alimentaban las fuentes y, cuando se necesitaba liberar agua, se clavaban en el extremo de salida bolsas de tela que contenían tintes vegetales coloreados y, al fluir el agua a través de ellas, el agua absorbía los colores y creaba así un aura de color y fragancia.