El ferrocarril del Himalaya de Darjeeling (DHR) es realmente famoso en todo el mundo. Desde hace casi 140 años, las pequeñas locomotoras de vapor de fabricación británica suben más de 2.000 metros hasta la estación de montaña de Darjeeling. Construida en la época del “Raj” británico, la DHR de vía estrecha de 55 millas se inauguró en 1881, transformando rápidamente la economía de la región. La línea ascendía a los alimentos, el carbón y la maquinaria. Por la ladera bajaba la producción de las plantaciones de té, en constante expansión, para su exportación a todo el mundo. No en vano, el famoso brebaje de Darjeeling sigue siendo conocido como el “champán de los tés”.
Tal vez el “mejor momento” del DHR fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando transportó a miles de tropas aliadas hacia y desde Darjeeling, que se había convertido en un enorme centro de permisos. Había incluso un tren ambulancia especialmente construido que circulaba sin parar por la línea transportando al personal de servicio enfermo y herido a los depósitos militares de Lebong y Jalapahar.
Sin embargo, a pesar de su fama actual, hace menos de treinta años el DHR estaba amenazado de cierre. Los Ferrocarriles Indios se estaban modernizando rápidamente y los antiguos trenes de vapor no formaban parte de su agenda. Afortunadamente, en poco tiempo, los partidarios de la India y de todo el mundo iniciaron una campaña de rescate, y en 1999 la UNESCO concedió a la línea el estatus de Patrimonio de la Humanidad, siendo la segunda en obtener ese codiciado galardón.
Mantener en funcionamiento esta línea, que se retuerce y gira con una pendiente pronunciada, siempre ha sido un reto. Una serie de innovadoras inversiones (o zig zags) y espirales suavizan la pendiente, pero las lluvias monzónicas anuales de esta región montañosa exigen una vigilancia constante y, a veces, costosas reparaciones. Sin embargo, los Ferrocarriles Indios han estado a la altura de las circunstancias y han invertido mucho esfuerzo y experiencia, manteniendo el carácter único de la línea y proporcionando una experiencia de viaje segura y confortable. Así, junto a las locomotoras de vapor de época, se encuentra una pequeña flota de locomotoras diésel, mientras que la reciente introducción de modernos vagones con aire acondicionado está siendo muy popular en los viajes más largos.
En la actualidad, el DHR sigue contribuyendo de forma importante a la economía turística local y cada año transporta a más de 100.000 pasajeros, la mayoría de los cuales optan por el viaje de ida y vuelta de Darjeeling a Ghum pasando por el espléndido mirador de Batasia, con su imponente monumento a los Gurkha de guerra y el majestuoso fondo del Himalaya. Sí, viajar en tren a Darjeeling es realmente uno de los mejores viajes en tren del mundo.